top of page
Buscar
Foto del escritorAdagio Corporación

Debates en deuda: Cultura y Género

Actualizado: 18 mar 2020

El siguiente texto es el resultado de un análisis personal en el marco de las acciones de la Corporación Adagio en el 2020. Se compone de algunos hechos ilustrativos y posteriormente desarrolla algunas ideas para la discusión.


Hecho 1: ante la sorpresa de saber que hacíamos un trabajo de corte feminista, la mujer intentó ser interesante haciendo un comentario con el término ya común y desgastado de “Feminazi”. Esbozó una sonrisa de burla esperando que le siguiéramos, pero se vio pronto sin devolución, sin eco, y calló. Mencioné luego que ese término no sólo es un error histórico-conceptual sino que tiene fines de desacreditación de algo que las personas no se han tomado la molestia de entender. No hubo devolución de su parte.


Hecho 2: aprovechando los últimos minutos de la reunión, y con un gesto reiterativo de su parte en varios encuentros orientado a cuestionar, el hombre preguntó buscando entender por qué la actividad del 8M tendría en su organización la participación exclusiva de mujeres: “¿Significa que yo como hombre representante de una institución no puedo participar?”. No es claro cuánto se notó, pero fue un gesto de miradas silenciosas entre nosotras de: “¿En serio está preguntando eso?”. La persona que tenía la tarea de hablar del evento trató de reafirmarle ese "no" que llevaba varios minutos antes explicando a la plenaria. Alguien más cambió de tema para que la tensión no subiese y el hombre salió pronto del lugar, quedando en el aire si en el fondo se trató de una pregunta suelta que contenía más ironía que interés.


Hecho 3: desde una administración municipal cuya esencia es pública, se censura una palabra que compone el título de una obra artística a exponer. No hay nombres de quien pide censurar, ni justificaciones sobre porqué la palabra no debe ir, sólo una instrucción vertical transmitida a través de terceros. Respondimos con la reafirmación de la palabra, desde todas las posibilidades (en mayúscula y resaltada, en medios masivos, en el voz a voz) y buscamos invitar al debate colectivo en un espacio presencial. No cuestionaron desde tal entidad que hubiese otra publicidad, ni que se hiciera finalmente el evento, pero tampoco llegaron al espacio para conversar o conocer.


Hecho 4: Como un hecho ya usual (a veces diría patológico), una persona realiza una publicación en un grupo de WhatsApp para generar polémica y cuestionar (sin contexto) una foto de las marchas del 8M en algún lugar del mundo. Nadie sigue la corriente comentando o replicando, ya sea para apoyarle o para cuestionarle.


Conclusión para dar cuerpo a este texto corto: el debate en materia de Género sigue siendo un reto en nuestra sociedad, hemos preferido el camino fácil de la burla y la indiferencia, y ante esto la cultura (que es donde decidimos estar) no puede ser ajena.



Hemos querido como Corporación Cultural poner sobre la mesa una discusión sobre la Cultura y el Género, sobre la necesidad latente de pensarnos desde el lenguaje el reconocimiento de la otredad, de insertar en la experiencia creativa un sentido político que motive la reflexión, y de lo importante que es actuar en relación a lo que se piensa.


La realidad hoy, es que tenemos un sector que, si bien está asociado a la reflexión sobre lo que somos y cómo nos relacionamos con el mundo, se limita a la comodidad de lo técnico, lo estético y lo apreciativo. Y en materia de discusiones sobre género la justificación está lista: no es un tema del sector, es de otro campo, de las mujeres o de equidad. Entonces es mejor no mezclar asuntos.


Y ese no revolver asuntos, ha dejado podrir internamente situaciones dolorosas y delicadas. Muestra de esto son los hechos que en la actualidad involucran a José Félix Londoño, director del Teatro El Trueque en Medellín, acusado de acoso sexual a diferentes mujeres; las denuncias de acoso sexual en contra de Guillermo Zuluaga, profesor universitario y quien iba a ser nombrado como director de la Fiesta del Libro y la Cultura para 2020; el ignorado comunicado de las mujeres de Marinilla que cuestionaba la presencia de Tr3s de Corazón y puntualmente de su baterista Andrés Felipe Muñoz en el Festival Paza la Paz 2019, quien estaba en ese momento implicado en un proceso ante la justicia por el delito de aborto sin consentimiento contra su compañera sentimental; entre otros tantos que irremediablemente el tiempo sacará a la luz.


Aun así, no hay reacciones contundentes del sector cultural. Pocos se pronuncian, las noticias terminan siendo paisaje y en las reuniones parece que el único problema es el tema del presupuesto de la cultura (que no deja de ser clave por supuesto). Y ante las sospechas de sucesos presentes en los procesos cercanos, quienes deberían investigar -direcciones de cultura por ejemplo - prefieren voltear la mirada y asumir que nadie dijo nada.


Seguimos promocionando a los escritores, cantantes, actores, directores y quien sabe cuántas profesiones más dentro de la cultura, que detrás de su trabajo creativo fueron o son misóginos, violentos, acosadores o violadores. Seguimos desprevenidos con las letras que hablan de las mujeres como objeto o incitan a la violencia contra las personas LGBT, y no sólo es un tema de las letras del reggaetón (algo que se ha querido poner como culpable único por un sector intelectual de la cultura), porque nos toca admitir que alguna vez también cantamos a pulmón “Ingrata” de Café Tacvba o “Puto” de Molotov. Seguimos criticando que rayen un monumento con valor patrimonial, muy por encima de pensar en esas muertes de las mujeres que el Estado se niega a atender y que son el motivo de la digna rabia. Axel Rojas dice que la forma de entender la cultura es cultural, entonces la reflexión nos pone dentro de la discusión amigos/as de la gestión cultural.



No es claro si es desinterés absoluto o es miedo a reconocer que no todo lo que hace el sector cultura es necesariamente positivo. Nos falta autocrítica, destapar lo feo y sacarlo de raíz. Nos falta debate, mucho debate. No puede ser que sea más importante la imagen de un proceso que los derechos y bienestar de las personas que lo integran.


Ante esas personas que usan a manera de burla el término feminazi, esas que dicen “es que a los hombres también los matan”, que replican los memes racistas, machistas, xenóbofos y homófobos; que censuran o esas que leyendo esto dirán “¡Qué exageración!”; responderemos siempre con acciones, con la creación de contenidos, con eventos como el del pasado domingo 8 de marzo en el parque o el del viernes 13 de marzo en el Museo; con obras que nos inviten a la reflexión, que nos descoloquen, que nos incomoden, que nos permitan ver más allá. Por fortuna en el camino vamos encontrando otras pequeñas luces que hacen que sea menos oscuro el panorama. Gracias a quienes desde su experiencia nos han enseñado un camino.


Les invitamos a ver nuestros contenidos de la Línea de trabajo “Género y Diversidad Sexual”. Les invitamos a sumarse al debate colectivo.


Por: Patricia Orozco

Dirección General de la Corporación Adagio


Fotografías del archivo 8 M 2020. La Unión Antioquia.

131 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page